portada original
Hoy comenzanos nuestra andadura con un clasico entre los clasicos del Hard Rock y una de las mejores bandas en su estilo AC/DC:
Highway To Hell (1979)
La pura competición con LET THERE BE ROCK por el trono de mejor álbum de AC/DC en la era del vocalista Bon Scott. Eso representa una de las mayores obras maestras de la historia del grupo y del Rock And Roll. Fue el testamento discográfico de un Scott que fallecería trágicamente al año siguiente como es bien sabido. Un álbum que lo tenía todo, absolutamente todo, incluida una memorable labor de producción de Robert John MUTT Lange.
Muchos se escandalizaron cuando se conoció la noticia de que Lange iba a producir al grupo. ¿Qué pasaba con Harry Vanda y George Young? ¿Dónde estaban? ¿Qué sería de ese sonido de pura dinamita del grupo? ¿Habría sorpresas “desagradables” de tipo comercial?
Nada de eso se produjo. Sí es cierto que el afamado productor pulió el sonido del grupo en bruto en el estudio, le dio un brillo y una categoría brutales, y lo dejó sencillamente impoluto. Lo mejor de todo es que “Mutt” Lange hizo todo esto respetando escrupulosamente el AC/DC sound y el espíritu salvaje y brutalmente decibélico del estilo y la forma de hacer del grupo.
El tema-título, ‘Highway To Hell’ era todo un himno desde el principio. Se le veía madera de tal nada más arrancar. Y podía valer (¡valió!) como single sin sacrificar la indudable autenticidad del grupo ni un ápice.
‘Girls Got Rhythm’ iba en la misma línea de medio tiempo, aunque más acelerado que el tema-título, y la acelerada ‘Walk All Over You’ ponía las revoluciones a mil, con ese sonido guitarrero de válvula de los hermanitos Angus y Malcolm Young tan de Rock clásico y brutalmente eléctrico, tan bluesy... tan AC/DC.
‘Touch Too Much’ devolvía el disco a tempos algo más calmados, y nos regalaba unas estrofas de las más directamente pegadizas que jamás hemos escuchado en AC/DC, mientras que en ‘Beating Around The Bush’ el grupo vuelve a ponerse trepidante, a toda velocidad, a descargar toda su furia rockera.
Entonces, con un tempo no tan alto, pero con una potencia incendiaria y descomunal, llega otro himno de esos realmente soberbios, una de las más grandes y brutales joyas del grupo: ‘Shot Down In Flames’, con unas estrofas dotadas de incandescentes chispazos entrecortados de guitarra y un estribillo en salvaje explosión con el que es imposible no quedarse.
‘Get It Hot’ vuelve a la onda ‘Girls Got Rhythm’ y es de las piezas más desconocidas de este álbum, aunque el grupo hizo por rescatarla de tan injusto olvido al incluirla en el repertorio de su última gira hasta la fecha: Stiff Upper Lip 2000-2001.
Otro de los mejores momentos del disco llega con ‘If You Want Blood (You’ve Got It)’ ( el mejor), que nos devuelve a la salvaje electrocución de ‘Shot Down In Flames’, muy al estilo de lo hecho en ‘Bad Boy Boogie’ para el álbum Let There Be Rock.
La cadenciosa ‘Love Hungry Man’ y el Blues de ‘Night Prowler’ ponen un broche más que de oro y platino a un disco absolutamente inolvidable, de los que merecen figurar en los más honoríficos lugares de la historia del Rock y de la música contemporánea, y constar en las más gloriosas páginas de la historia del género.
Hoy comenzanos nuestra andadura con un clasico entre los clasicos del Hard Rock y una de las mejores bandas en su estilo AC/DC:
Highway To Hell (1979)
La pura competición con LET THERE BE ROCK por el trono de mejor álbum de AC/DC en la era del vocalista Bon Scott. Eso representa una de las mayores obras maestras de la historia del grupo y del Rock And Roll. Fue el testamento discográfico de un Scott que fallecería trágicamente al año siguiente como es bien sabido. Un álbum que lo tenía todo, absolutamente todo, incluida una memorable labor de producción de Robert John MUTT Lange.
Muchos se escandalizaron cuando se conoció la noticia de que Lange iba a producir al grupo. ¿Qué pasaba con Harry Vanda y George Young? ¿Dónde estaban? ¿Qué sería de ese sonido de pura dinamita del grupo? ¿Habría sorpresas “desagradables” de tipo comercial?
Nada de eso se produjo. Sí es cierto que el afamado productor pulió el sonido del grupo en bruto en el estudio, le dio un brillo y una categoría brutales, y lo dejó sencillamente impoluto. Lo mejor de todo es que “Mutt” Lange hizo todo esto respetando escrupulosamente el AC/DC sound y el espíritu salvaje y brutalmente decibélico del estilo y la forma de hacer del grupo.
El tema-título, ‘Highway To Hell’ era todo un himno desde el principio. Se le veía madera de tal nada más arrancar. Y podía valer (¡valió!) como single sin sacrificar la indudable autenticidad del grupo ni un ápice.
‘Girls Got Rhythm’ iba en la misma línea de medio tiempo, aunque más acelerado que el tema-título, y la acelerada ‘Walk All Over You’ ponía las revoluciones a mil, con ese sonido guitarrero de válvula de los hermanitos Angus y Malcolm Young tan de Rock clásico y brutalmente eléctrico, tan bluesy... tan AC/DC.
‘Touch Too Much’ devolvía el disco a tempos algo más calmados, y nos regalaba unas estrofas de las más directamente pegadizas que jamás hemos escuchado en AC/DC, mientras que en ‘Beating Around The Bush’ el grupo vuelve a ponerse trepidante, a toda velocidad, a descargar toda su furia rockera.
Entonces, con un tempo no tan alto, pero con una potencia incendiaria y descomunal, llega otro himno de esos realmente soberbios, una de las más grandes y brutales joyas del grupo: ‘Shot Down In Flames’, con unas estrofas dotadas de incandescentes chispazos entrecortados de guitarra y un estribillo en salvaje explosión con el que es imposible no quedarse.
‘Get It Hot’ vuelve a la onda ‘Girls Got Rhythm’ y es de las piezas más desconocidas de este álbum, aunque el grupo hizo por rescatarla de tan injusto olvido al incluirla en el repertorio de su última gira hasta la fecha: Stiff Upper Lip 2000-2001.
Otro de los mejores momentos del disco llega con ‘If You Want Blood (You’ve Got It)’ ( el mejor), que nos devuelve a la salvaje electrocución de ‘Shot Down In Flames’, muy al estilo de lo hecho en ‘Bad Boy Boogie’ para el álbum Let There Be Rock.
La cadenciosa ‘Love Hungry Man’ y el Blues de ‘Night Prowler’ ponen un broche más que de oro y platino a un disco absolutamente inolvidable, de los que merecen figurar en los más honoríficos lugares de la historia del Rock y de la música contemporánea, y constar en las más gloriosas páginas de la historia del género.
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